En varias comunidades indígenas las velas representan a un difunto, por lo que el número de veladoras colocadas en las ofrendas depende de la cantidad de almas que quiera recibir la familia. Si los cirios o los candeleros colocados son de color morado, señalan que la familia está en duelo. También suelen colocarse cuatro velas en forma de cruz, a fin de representar los cuatro puntos cardinales, lo cual pretende servir a que el ánima pueda encontrar su camino las velas y veladoras, se dice guía a las ánimas para que puedan llegar a su antiguo hogar sin problemas. Su luminiscencia también significa fe y esperanza
